Interoperabilidad de receta electrónica

Aunque el título nos pueda resultar ajeno si no estamos familiarizados con temas administrativos de farmacia, no lo es el hecho al que hace referencia, pues somos muchos los españoles que disfrutamos de nuestras vacaciones veraniegas en una comunidad autónoma distinta a en la que residimos y acudimos a la farmacia a por nuestras recetas.

Esta situación suponía, hasta hace unos años, una complicación para aquellas personas con tratamientos crónicos, ya que tenían que sacar sus recetas antes de irse de vacaciones, o bien solicitar una especie de certificado médico en el que su médico de cabecera informase de sus patologías y el tratamiento habitual que tenía prescrito. El problema se acentuaba cuando la persona pasaba más de un mes en su lugar de vacaciones, hecho muy típico en personas jubiladas con doble residencia.

El origen del problema se basaba en el hecho de que las comunidades autónomas (CCAA) del territorio nacional presentan diferentes aplicaciones que soportan su sistema de receta electrónica, imposibilitando que un ciudadano pudiera obtener su medicación en una oficina de farmacia situada en una comunidad autónoma (CA) diferente a aquella donde le han realizado la prescripción.

Sin embargo, la movilidad de los ciudadanos en todo el territorio nacional hizo necesaria la implantación de un sistema que permitiese intercambiar la información contenida en una receta entre CCAA. Esta necesidad es la base de la interoperabilidad de la receta electrónica, que garantiza la circulación de la información para asegurar la prestación farmacéutica en el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS)

Interoperabilidad de receta electrónica: objetivos

Así pues, los objetivos de la puesta en marcha del servicio de interoperabilidad de RE fueron los siguientes:

• Conseguir que el ciudadano pueda obtener su medicación en cualquier oficina de farmacia del país, independientemente del lugar donde le hayan realizado la prescripción, utilizando la receta electrónica.
• Evitar tareas administrativas al prescriptor en desplazamientos de pacientes fuera de la CA.
• Avanzar en la implantación de sistemas de información, que permitan que las CCAA conozcan las transacciones que se realizan entre ellas.
• Disponer de un sistema integrado de receta electrónica en el SNS.

Por suerte, desde hace unos años este sistema está implantado a nivel nacional y los principales programas de gestión farmacéutica lo tienen implementado, facilitando nuestra movilidad entre CCAA, sin preocuparnos por la obtención de nuestros tratamientos en cualquier farmacia de España y disfrutar así de nuestros viajes y nuestras vacaciones.

El siguiente paso será la interoperabilidad europea, tanto de historia clínica como de recetas electrónicas, que gracias al programa europeo “My Health@EU” permitirá comunicar electrónicamente los datos de las recetas en cualquiera de los países de la UE. España participa en este proyecto y la Comunidad Valenciana ha sido la primera administración autonómica en cubrir todos los requisitos exigidos para comunicar la historia clínica-EUPS, por lo que ya puede interoperar con Portugal. Se prevé que en breve se vayan añadiendo nuevos países de la UE. Los siguientes en la lista serán Francia y Croacia.